El propósito de esta entrada es dar a conocer las ventajas e inconvenientes del termo eléctrico y el calentador de gas butano para que, partiendo de esta información, uno pueda deducir cual de los dos calentadores se ajusta más a sus necesidades.
El termo eléctrico es un tanque de agua con unas capacidades que suelen rondar los 50-100 litros. La resistencia eléctrica que hay dentro del tanque es la que se encarga de calentar el agua.
Una vez se ha calentado todo el agua, el tanque se apaga y se mantiene caliente gracias al aislamiento del tanque.
El termo eléctrico no es óptimo para viviendas en las que se pretende hacer un uso excesivo del agua caliente. El termo tarda mucho en calentar el agua, por tanto, una vez que se usan los 50-100 litros de agua caliente, ya no se puede tener agua caliente hasta que el tanque vuelva a calentarse.
Lo bueno del termo eléctrico es que tenemos agua caliente desde el primer momento en que abrimos el grifo y la temperatura del agua es constante.
Lo malo del termo eléctrico es que la electricidad no es barata y que cuando se acaba el agua caliente, el tanque tarda en volver a calentar el agua.
El calentador de gas butano consiste en un serpentín de agua que pasa por encima de unos fogones de gas que calientan el agua que pasa por el serpentín.
Lo bueno de los calentadores de gas butano es que calientan el agua en el momento en el que va a ser utilizada y, aunque tarda un tiempo en salir caliente del grifo, la cantidad de agua caliente que puede salir es ilimitada. A todo esto debemos añadir que el gas es más económico que la electricidad.
Lo malo del calentador de gas butano es que la temperatura del agua puede variar inesperadamente debido a una persona abriendo el grifo en otro lugar de la casa, o tirando de la cadena. Además, el agua tarda un tiempo en salir caliente (no es instantáneo como el eléctrico) y, si se usa gas butano (en lugar de gas natural) hay que estar pendientes de tener una bombona de repuesto para cuando nos quedemos sin gas.
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Una vez se ha calentado todo el agua, el tanque se apaga y se mantiene caliente gracias al aislamiento del tanque.
El termo eléctrico no es óptimo para viviendas en las que se pretende hacer un uso excesivo del agua caliente. El termo tarda mucho en calentar el agua, por tanto, una vez que se usan los 50-100 litros de agua caliente, ya no se puede tener agua caliente hasta que el tanque vuelva a calentarse.
Lo bueno del termo eléctrico es que tenemos agua caliente desde el primer momento en que abrimos el grifo y la temperatura del agua es constante.
Lo malo del termo eléctrico es que la electricidad no es barata y que cuando se acaba el agua caliente, el tanque tarda en volver a calentar el agua.
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Lo bueno de los calentadores de gas butano es que calientan el agua en el momento en el que va a ser utilizada y, aunque tarda un tiempo en salir caliente del grifo, la cantidad de agua caliente que puede salir es ilimitada. A todo esto debemos añadir que el gas es más económico que la electricidad.
Lo malo del calentador de gas butano es que la temperatura del agua puede variar inesperadamente debido a una persona abriendo el grifo en otro lugar de la casa, o tirando de la cadena. Además, el agua tarda un tiempo en salir caliente (no es instantáneo como el eléctrico) y, si se usa gas butano (en lugar de gas natural) hay que estar pendientes de tener una bombona de repuesto para cuando nos quedemos sin gas.
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