A la hora de emprender y empezar un negocio nuevo desde cero, todo suele empezar con una idea.
Para que el negocio sea rentable, es necesario tener paciencia a la hora de materializar la idea que hemos tenido. Montar un negocio es un proceso y no se puede obtener un resultado bueno si el proceso no se lleva a cabo de la manera correcta.
Por tanto, vamos a tratar de explicar la manera correcta de actuar partiendo desde el momento en que se tiene la idea:
- Se supone entonces que tenemos una idea para un negocio. No sabemos muy bien como queremos llevarla a cabo, ni sabemos que hacer con ella pero la tenemos que es lo importante.
- Antes de definir nuestra idea debemos hacer un análisis de la competencia. Es necesario que conozcamos nuestros competidores, qué ofrecen, sobre que área geográfica trabajan y en que destacan para vender más que sus competidores.
- También debemos conocer la calidad y precio del producto o servicio que vende nuestra competencia, el tipo de cliente al que más vende su producto y el producto que vende con mayor frecuencia. Con esta información podremos determinar la estrategia que deberá seguir nuestra empresa para desarrollarse en el mercado.
- Hay casos en los que las empresas competidoras pueden ser muy potentes y productivas y competir con ellas directamente puede ser muy difícil y cansino. En estos casos el análisis nos puede servir para encontrar áreas del mercado que estén desatendidas por esta empresa. Nuestra empresa deberá cubrir esas áreas desatendidas por nuestros competidores proporcionando un servicio o dirigiendo la campaña hacia un tipo de consumidor en particular.
- Para que nuestro producto o servicio sea atractivo para el mercado, debe garantizar una calidad a un precio asequible.
- Una vez hayamos hecho el análisis de la competencia y hayamos definido nuestra idea, ya podemos ir estableciendo objetivos a corto y largo plazo para nuestro negocio.
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